Jueves 270308 - 17:45hrs.
La presencia de Fidel Castro Ruz tuvo repercusión nacional e internacional.
Todas las organizaciones populares esperaban la visita de uno de los hombres que han marcado una época en latinoamerica. Se formó una calle con trabajadores y militantes de organizaciones políticas, desde el aeropuerto de Pudahuel hasta el centro de Santiago, como una forma de expresar fraternidad al pueblo de Cuba y su dirigente. Más tarde Fidel sería escuchado en el estadio nacional, y en un acto de mujeres en el estadio Santa Laura.
El estadio nacional no se llenó. Ya en ese tiempo la unidad popular perdía la conducción de la correlación de fuerzas favorable a esa tendencia.
El acto del estadio Santa Laura fue masivo.
En esa oportunidad me correspondió cuidar una puerta de acceso al recinto. La vigilancia la realizaban las mismas mujeres en carácter de voluntarias, pero estaban también presentes los servicios de seguridad chilenos y cubanos.
Antes que se iniciase el acto se acercó a mi uno de los funcionarios de seguridad cubanos para preguntarme si quería dar la mano a Fidel, antes que se iniciara el acto. Le respondi que ello no era posible pues no podía abandonar mi puesto y debía cumplir con mi deber. Así, no le di la mano a Fidel Castro, no porque no quisiera, sino porque primero estaba el cumplimiento de nuestro deber, de nuestras obligaciones. Fidel Castro se dirigió a las mujeres desde las gradas, no desde el escenario. Era un hombre alto, imposible de confundir, vestido de militar, su rostro característico y su figura estaban allí presentes.
Fidel Castro ha sido el conductor del pueblo cubano durante muchos años, y aun está presente. Bajo la influencia de la revolución cubana en 1959 se forma el movimiento internacional revolucionario llamado Mir, y otros movimientos parecidos en otros países latinoamericanos que pretendían seguir el ejemplo de Fidel.
En el año de 1972 muchos militantes dejaron de militar, se preveian cambios violentos.
Desde el momento mismo que Salvador Allende fuera elegido Presidente, antiguos militantes dijeron que el gobierno no duraría seis años. Al interior del PC chileno se produjeron cambios importantes.
Dejé de ser militante de esa organización en 1972, por razones personales.