sábado, 21 de enero de 2017

Los desafíos que enfrenta Trump

Autor: Cristina Cifuentes

El nuevo Presidente tendrá que cumplir su promesa de campaña de crear más trabajos y revitalizar la economía, algo que algunos analistas consideran que es una tarea muy difícil. Además, tendrá que definir la línea que seguirá su relación con potencias como China y Rusia.

Los desafíos que enfrenta Trump


Evitar otra recesión
Un sondeo de Gallup divulgado a comienzos de mes reveló que un 30% de los demócratas estadounidenses considera que la economía está “excelente” o “muy buena”, mientras que para los republicanos es “pobre”. Los analistas coinciden en que la situación ha mejorado. Sin ir más lejos, el desempleo alcanzó 4,7% en diciembre y la confianza de los consumidores va al alza. Sin embargo, el economista David Wessel del Brookings Institution, advirtió que la economía del país enfrenta problemas crónicos que el Presidente Donald Trump deberá hacer frente.
Por un lado, muchos trabajadores se encuentran marginados. Se estima que un 15% de los hombres entre 25 y 54 años no tiene trabajo, mientras que quienes tienen uno, sus sueldos están estancados durante años. Así un hombre con un trabajo a tiempo completo gana en promedio US$ 920 a la semana, que ajustado a la inflación es lo que un trabajador en similares condiciones ganaba en 1986. Wessel señala, además, que es preocupante la ralentización en el crecimiento. El ritmo de aceleración en la productividad es “malo” y entre 1995 y 2004 el crecimiento de la productividad era lo suficientemente rápido para doblar el promedio de los estándares de vida cada 25 o 30 años, mientras que ahora tomará 70 años.
El economista Nathan Vardi escribió en la revista Forbes que el plan económico de Trump va a llevar al país a una recesión mayor que la de los 80. “Un creciente déficit presupuestario, tasas de interés y el dólar golpearán la economía estadounidense y los mercados duramente”.
Conseguir más empleos
Durante la campaña, Donald Trump apeló a las clases trabajadoras, que no tienen trabajo o sus sueldos se han visto estancados, para conseguir su apoyo. Así, prometió que impulsará la economía para generar 25 millones de nuevos empleos en la próxima década. Para ello llamó a las multinacionales a invertir en Estados Unidos. En ese sentido, el martes, el gigante norteamericano del automóvil, General Motors (GM), y la cadena de supermercados Walmart, anunciaron multimillonarias inversiones en el país.
Según GM, por ejemplo, las inversiones en nuevos vehículos y tecnologías avanzadas generarían unos 1.500 empleos nuevos y 450 que serán desplazados desde plantas de México a fábricas de Estados Unidos. Eso y otras medidas permitirán generar unos 5.000 empleos en pocos años. En todo caso la empresa dijo que esas inversiones estaban programadas antes del llamado de Trump. El Presidente republicano ha prometido renegociar o directamente renunciar, al TLCAN, el tratado de libre comercio de su país con Canadá y México. Aseguró además que está dispuesto a gravar hasta en 35% las importaciones mexicanas, lo cual supondría un severo golpe para la industria del automóvil.
En un artículo, la revista Fortune plantea que el problema del desempleo en Estados Unidos es estructural y ya no se relaciona con los trabajos que se perdieron por los acuerdos con China, México u otros países, sino que ese daño ya se hizo hace años. Trump culpa a la “globalización”.
Elecciones locales
Las elecciones de medio mandato son un termómetro del gobierno de turno. Por ejemplo, en las primeras que enfrentó el mandatario Barack Obama en 2010, los demócratas perdieron 62 escaños en la Cámara de Representantes y luego de recuperar algunos puestos en las presidenciales de 2012, perdieron 13 en 2014, en su segundo mandato. El Partido Republicano perdió 12 escaños en la Cámara en 1982, durante la era de Ronald Reagan y los demócratas perdieron 52 en 1994 con Bill Clinton. Según la agencia Bloomberg, considerando lo polarizante que ha sido el Presidente Donald Trump y sus niveles de rechazo, se cree que el Partido Republicano perderá una gran cantidad de asientos en las elecciones de medio mandato en 2018, hasta el punto que muchos pronostican que los demócratas podrían lograr la mayoría en la Cámara Baja. El sitio web Salon señaló que para que este partido vuelva a ganar la Presidencia, primero debe recuperar el Congreso, algo que ya tienen bastante claro. Según el portal, los líderes del partido ya comenzaron a reunirse con donantes para diseñar una estrategia para las elecciones de 2018 y 2020. Mientras que Obama ya comprometió su respaldo. En todo caso, el camino no es fácil para estos últimos, porque tienen que enfrentar el cambio en el mapa electoral de 2010 producto de las cifras del censo, el que favoreció a los republicanos y que se mantendrá por 10 años. Además, en el Senado los republicanos van a defender ocho escaños, mientras que los demócratas tienen que defender 23.
Cambios agenda interna
Basándose en sus declaraciones, el gobierno de Trump debería provocar un cambio en la agenda política de Estados Unidos en materia de inmigración, Acta de Salud, la Corte Suprema, infraestructura y energía. Así como también en los impuestos, el presupuesto y la seguridad social. El Partido Republicano ya comenzó a trabajar para derogar el Acta de Salud, conocido como Obamacare, aunque el diario The Wall Street Journal señala que “la tarea de revisar un extenso programa social de seis años está siendo engorroso”. Esto porque, entre otras razones, el partido se tiene que unificar en un plan único. Por otro lado, Trump ha dicho que quiere nominar la vacante del juez Antonin Scalia en la Corte Suprema en las primeras dos semanas de mandato y de esta forma recuperar la mayoría republicana en esta Corte, que ahora se encuentra dividida. Respecto de su lucha migratoria, uno de los primeros desafíos que conllevará gran tensión política, se refiere al programa que entrega permisos de trabajo y evita la deportación a cerca de 750 mil jóvenes que llegaron a Estados Unidos de forma ilegal cuando eran niños, conocidos como los dreamers (soñadores). El mandatario prometió terminar con el programa.
Trump prometió impulsar la economía mediante la construcción de carreteras, puentes y telecomunicaciones, para lo que se invertiría US$ 1 billón, pero antes debe convencer a los republicanos que siempre criticaron el gasto durante los mandatos de Obama para que ahora aprueben un paquete de estímulo sin que se engrose el déficit presupuestario.
Las relaciones con China
La postura de Donald Trump hacia China ya se conocía incluso antes de que decidiera llegar a la Casa Blanca. “China es nuestro enemigo, ellos nos quieren destruir”, escribió en Twitter en 2011. Y como Presidente electo dijo que el estatus de Taiwán podía ser objeto de negociación, lo que significaría una ruptura con una política de larga data, ya que Estados Unidos tiene vínculos formales con China en lugar de con Taiwán, que Beijing considera una provincia separatista. Ante eso, el periódico estatal chino China Daily criticó los comentarios hechos por Trump sobre la política de “una sola China”. Según la BBC, Trump incluso ha señalado que quiere imponer aranceles de hasta 45% a los productos chinos con la esperanza de que los procesos de producción regresen a su país. Todo eso han sido señales que despertaron las preocupaciones de que bajo su mandato se produzca una guerra comercial entre ambos países. “Las señales iniciales no son buenas”, dijo al diario The Guardian, Minxin Pei, profesor en el Claremont McKenna College en California y autor del libro China’s Crony Capitalism. Así, la primera prueba verdadera para la relación, según los analistas, puede llegar en abril, cuando el Tesoro de Estados Unidos publique su reporte sobre la divisa china. Trump ha dicho varias veces que China ha devaluado su moneda para socavar los precios globales de las exportaciones.
Por otro lado, el Banco de China tiene el título de una deuda de US$ 950 millones por un edificio en Nueva York, uno de cuyos propietarios es Donald Trump.
Política exterior
Si bien parte de su política exterior se ha podido vislumbrar de sus comentarios en Twitter, gran parte de su opinión la ofreció en una reciente entrevista conjunta a los diarios The Times de Reino Unido y Bild de Alemania. En ella se refirió al rol de la OTAN, la que consideró “obsoleta” y ofreció un respaldo al proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea, al señalar que firmaría un acuerdo de libre comercio con ese país rápidamente. Sin embargo, es su relación con Rusia y con el Presidente Vladimir Putin lo que ha causado mayor preocupación. Por un lado, el mandatario ha expresado su simpatía por su homólogo ruso. Además, un reporte de la Agencia de Seguridad Nacional reveló la influencia que había tenido Rusia en las elecciones del año pasado. También se filtró un supuesto informe de inteligencia que se señala que Rusia tendría material sexualmente comprometedor sobre Trump.
Su relación con la canciller alemana, Angela Merkel, será otros de sus desafíos. En la entrevista señaló que siente un gran respeto por ella, aunque criticó su política de apertura a los refugiados durante la crisis migratoria de 2015. A juicio de Trump fue un grave error haber permitido que se quedaran en el país.
El nuevo Presidente tendrá que hacer frente a la guerra en Siria, la presencia del Estado Islámico y el conflicto en Irak. Hasta el momento no ha especificado cuál será su política, porque -ha dicho- no quiere cometer el error de su antecesor, Barack Obama.
(Fuente:  http://www.latercera.com/noticia/los-desafios-enfrenta-trump/  y selección de Patric