Obama busca revertir política laboral de Bush
viernes 30 de enero de 2009 15:39 GYT Por Ross Colvin
WASHINGTON (Reuters) - El presidente estadounidense, Barack Obama, prometió el viernes revocar las leyes laborales promulgadas por su predecesor republicano George W. Bush, las cuales según los sindicatos favorecen más a los empleadores que a los trabajadores.
Obama, quien obtuvo un significativo respaldo de los sindicatos durante su campaña presidencial, dijo que no podría existir una clase media fuerte, el objetivo de su plan de recuperación económica, sin un fuerte movimiento sindical.
"Yo creo que tenemos que revertir muchas de las políticas de trabajo organizado que hemos visto durante los ocho últimos años, políticas con las que he estado ampliamente en desacuerdo", dijo Obama en una reunión en la Casa Blanca.
"El trabajo no es parte del problema, es parte de la solución", dijo tras un fuerte aplauso de la audiencia que incluía a representantes de los sindicatos y grupos empresarios.
El anuncio se produjo justo el día en el que se conoció que la economía de Estados Unidos se contrajo al ritmo más acelerado en casi 27 años a fines del año pasado y un día después de que el número de desempleados que solicitan el subsidio por desempleo alcanzara su nivel más alto.
El mandatario anunció la creación de un grupo de trabajo con una amplia gama de competencias para estudiar las formas de incrementar los niveles de vida de la clase media estadounidense, una de las promesas durante su campaña. El grupo de trabajo estará presidido por el vicepresidente Joe Biden.
OTORGANDOLE FUERZA SINDICAL
Obama también firmó decretos ejecutivos que lo ayudarán a apuntalar a los sindicatos en los lugares de trabajo y fortalecer los derechos de los trabajadores.
El primer decreto evitará que el dinero de los contribuyentes sea utilizado para reembolsar a los contratistas federales que gastan dinero "tratando de influenciar la formación de sindicatos".
El segundo requerirá que los contratistas federales informen a los empleados de sus derechos bajo el Acuerdo Nacional de Relaciones Laborales. Un tercero se asegurará de que los trabajadores calificados mantengan sus puestos aún cuando el contrato federal cambia de manos.
El Teamsters, uno de los sindicatos estadounidenses más influyentes, acogió la medida de Obama, calificándola como "un nuevo día para los trabajadores".
"Tenemos finalmente una Casa Blanca que está dedicada a trabajar junto a nosotros para reconstruir a nuestra clase media. La esperanza del sueño americano se está restituyendo", dijo el presidente de Teamster General, Jim Hoffa, en un comunicado.
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