«La gente ha pedido acción, no política como de costumbre», advierte
Día 09/11/2012 - 20.37h
Barack Obama utilizó su primera comparecencia en la Casa Blanca tras su reelección para presionar a los republicanos en las urgentes negociaciones sobre el llamado «precipicio fiscal»: una drástica reducción del déficit fiscal -subida de impuestos y reducción del gasto- que entrará en vigor a comienzos de año si no hay consenso entre ambos partidos y que podría dañar la economía norteamericana poniéndola de nuevo en recesión.
«La gente ha pedido acción, no política como de costumbre», advirtió el presidente estadounidense, que compareció con un grupo de personas de clase media a sus espaldas. Obama hacía alusión a los casi dos años que ya ha durado el tira y afloja entre la Casa Blanca y la mayoría demócrata en el Senado, por un lado, y la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, por otro. Las elecciones ha reeditado esa situación.
Obama consideró que la principal diferencia que les separa -su deseo de subir impuestos a las rentas más altas (por encima de los 250.000 dólares de ingresos anuales)-, ha sido avalado por las urnas ya que este asunto «fue una cuestión central en las elecciones». «Fue aprobado por la mayoría; por una mayoría de demócratas y de independientes y también por muchos republicanos», dijo.
Rebajas fiscales
El punto crucial de la negociación es que a final de año terminan unas rebajas fiscales aprobadas por George W. Bush y que Obama hasta ahora ha prorrogado. Según Obama, la reducción del déficit debe hacerse no solo mediante recorte del gasto, sino también con subida de impuestos, y quiere restringirla a los ricos, sin que afecte a la clase media. Los republicanos ponen el acento en el recorte del gasto y se niegan a que los ricos paguen el esfuerzo fiscal, porque son generadores de la recuperación económica.
«Quiero dejarlo claro. Estoy abierto a la negociación. Estoy comprometido con la búsqueda del acuerdo. Pero rechazo cualquier propuesta que no sea equilibrada, que no combine recorte del gasto y subida de impuestos, Rechazo que la clase media tenga que hacer más esfuerzo que los ricos», declaró con firmeza.
Obama presionó a los republicanos para que acepten de inmediato, como primer paso, que no habrá subida de impuestos a la clase media, mientras negocian qué ocurre con los ricos y revisan todo el sistema impostivo, asunto que plantean sus oponentes.
Si Estados Unidos cae en el «precipicio fiscal» -un ajuste de 668.000 millones de dólares, lo que supone el 4% del PIB-, se estima que el incremento de impuestos por hogar sería de hasta 3.500 dólares por año, y que podría haber la pérdida de un millón de puestos de trabajo en 2013-2014. La Oficina de Presupuestos del Congreso predice que las medidas que pueden entrar en vigor el 2 de enero podrían conducir de nuevo a la recesión, con una posible contracción del PIB real del 0,5% el próximo año.
Boehner, a favor de revisar el sistema
Poco antes de que Obama hablara, fue el «speaker» de la Cámara de Representantes (jefe de la mayoría republicana), John Boehner, quien compareció ante los medios. Boehner declaró que los republicanos están «abiertos» a la negociación, pero consideran fuera de ella una subida de impuestos como la que el presidente preconiza para las rentas altas.
Para Boehner, eso lastraría el poder de inversión de la clase social que más puede reactivar las empresas. «Todo el mundo quiere que la economía se mueva otra vez. Todo el mundo quiere que más estadounidenses vuelvan a trabajar. Subir los tipos de impuestos ralentizará nuestra capacidad de crear los empleos que todos dicen querer», dijo.
Los republicanos están de acuerdo con una revisión del sistema impositivo, que conduzca eliminar agujeros y deducciones fiscales tanto para personas físicas como jurídicas. Pero Boehner no avanzó ningún detalle.
(Fuente: http://www.abc.es/20121109/elecciones-estados-unidos/abci-obama-dice-tiene-mandato-subir-impuestos-ricos-201211092009.html y selección de Patric)
