Se han registrado más de 70 centímetros de nieve en varias zonas de Nueva Inglaterra
Los aeropuertos de Nueva York han abierto aunque no se han reanudado los vuelos
Al menos hay un fallecido por el temporal
CAROLINA GARCÍA / EVA SAIZ Washington 9 FEB 2013 - 15:16 CET
La tormenta de nieve bautizada como Nemo ha sepultado en nieve la costa Este de Estados Unidos dejando sin luz a más de 650.000 personas en la zona de Nueva Inglaterra. El temporal, que ha llegado a alcanzar vientos con rachas huracanadas de hasta 122 kilómetros por hora, irá perdiendo fuerza a lo largo de este sábado hasta quedar reducido a suaves ráfagas de nieve y ventisca, informa el Servicio Nacional de Meteorología.
Desde el noreste de Pensilvania hasta Maine, Nemo ha llegado a dejar hasta más de 70 centímetros de nieve. El centro histórico de Boston, se ha despertado sumergido en medio metro de nieve. En Nueva York, Central Park amaneció cubierto por una capa de hasta 20 centímetros, aunque en áreas de Long Island llegaron a registrarse más de 40 durante la noche. En Portland, se han superado los 74 centímetros. De momento, sólo ha fallecido una persona por causa del temporal como consecuencia de un atropello provocado por la mala visibilidad en las carreteras del Estado de Nueva York.
En Nueva York, que todavía sufre los efectos del huracán Sandy, sólo se ha interrumpido una línea de metro, aunque el servicio ha alertado de posibles retrasos. Los autobuses funcionan con normalidad aunque se avisa de eventuales desvíos, según indica la página web. "Sin duda hemos pasado lo peor de la tormenta en Nueva York", ha declarado su alcalde, Michael Bloomberg. "Su alcalde, Michael Bloomberg, que ha advertido a los ciudadanos de que no cojan el coche. "Muchos conductores están todavía varados en las carreteras".
Bloomberg ha asegurado que las calles se irán despejando a lo largo del día. Nemo, no obstante, ya ha trastocado los planes de la Semana de la Moda que estos días de celebra en la localidad. El diseñador Marc Jacobs ha pospuesto su desfile de este miércoles debido a las dificultades para viajar y desplazarse por la localidad.
Boston, una de las ciudades más afectadas por la tormenta, sigue siendo la ciudad fantasma en la que se convirtió la noche del viernes. El metro y el transporte urbano siguen suspendidos y por las carreteras únicamente pueden circular los quitanieves y los vehículos de emergencia que, en ocasiones, deben sortear a los coches y camionetas varados en la nieve en mitad de la calzadas. El Servicio Nacional de Meteorología ha alertado de la posibilidad de vientos de hasta 112 kilómetros por hora.
El viernes, los estados del noreste del país se prepararon para lo peor y un día después se mantienen las precauciones para prevenir los efectos de la resaca de la tormenta. Siguen cancelados más de 5.000 vuelos en la costa Este y aunque todos los aeropuertos de Nueva York están de nuevo abiertos, aún no han retomado su actividad. El servicio de trenes en el corredor del noreste está interrumpido. En Massachusetts, Connecticut y Rhode Island continúa estando prohibido circular hasta las cuatro de la tarde, hora local (once de la noche en la Península).
Massachusetts es el estado más afectado por los cortes de luz. Más de 400.000 habitantes están sin electricidad y se ha ordenado la evacuación de las ciudades de la costa ante el peligro de inundaciones. La planta nuclear de Pilgrim sufrió un apagón al filo de la medianoche debido a una bajada de tensión en la red eléctrica.
La alerta por tormenta de nieve sigue activada hasta la una de la tarde (siete de la tarde en España).
(Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/02/08/actualidad/1360332607_063727.html y selección de Patric)