Por Jean Palou Egoaguirre
Internacional
El Mercurio
Internacional
El Mercurio
Al no contar con los votos suficientes, el liderazgo republicano sacó abruptamente de la agenda del Congreso el proyecto de ley que pretendía reemplazar al "Obamacare". El Mandatario sufre un tropiezo en una de sus principales promesas de campaña.
Un duro golpe político y a su orgullo acaba de recibir Donald Trump, luego que se viera obligado a retirar a última hora su proyecto de reforma del sistema de salud, al no contar con los votos para su aprobación en el Congreso. El Mandatario estadounidense, quien se atribuye habilidades extraordinarias para negociar -incluso escribió un libro sobre ello, "The Art of Deal"-, no fue capaz de convencer a un grupo de republicanos disidentes de apoyar su plan para reemplazar el llamado "Obamacare", y terminó sufriendo una derrota en lo que era su primer gran test legislativo desde que llegó al poder.
"Lo hemos retirado", confirmó Trump en un inusual llamado a un periodista de The Washington Post, ratificando que no habían tenido éxito sus esfuerzos para conseguir suficientes "síes" entre los congresistas, por lo que pidió al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, que cancelara la votación prevista para ayer en la tarde, ante el inminente rechazo del texto legislativo.
"Estuvimos muy cerca. Nos faltaron quizá 10 o 15 votos", afirmó luego el Mandatario en una conferencia desde el Salón Oval de la Casa Blanca. Ahí culpó a los demócratas y no a los republicanos díscolos, por haber bloqueado la iniciativa. "Estoy decepcionado con esto, y también un poco sorprendido, para ser honesto", admitió.
Según Trump, quien no se cerró a un eventual acuerdo bipartidista para reflotar el proyecto en el futuro, el país "acabará teniendo una gran ley de salud una vez que el desastre de 'Obamacare' estalle", pero que por ahora no insistirá con su plan. "Ahora vamos a ir a por la reforma fiscal (...). Probablemente vamos a empezar a actuar muy fuerte para conseguir grandes recortes fiscales", anunció.
Ryan, quien antes de la votación fue el encargado de ir a la Casa Blanca para informarle personalmente a Trump que no estaban los votos, reconoció ayer que se trata de un "revés" no haber logrado consenso entre su bancada, y que fue él quien sugirió retirar abruptamente el proyecto. Sin embargo, afirmó que este "no es el final de la historia", y que seguirán trabajando para "mejorar las vidas de la gente" y derogar y sustituir el actual sistema de salud, el proyecto emblemático del ex Presidente Barack Obama, que en sus siete años de vigencia se ha convertido en una bandera de lucha para los republicanos que buscan tumbarlo.
"Ahora no tenemos los votos suficientes para sustituir esta ley. De forma que sí, tendremos que vivir con 'Obamacare' por ahora", expresó Ryan, sin ocultar su frustración. "Este es un día decepcionante para nosotros. Hacer grandes cosas es difícil".
La iniciativa para reformar la "Affordable Care Act", el nombre oficial del sistema de salud, necesitaba 216 votos para su aprobación. Considerando que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes tiene 237 escaños, frente a las 193 bancas de los demócratas, en el papel parecía un trámite fácil. Sin embargo, la propuesta legislativa enfrentó una rebelión interna de parte de una veintena de congresistas ultraconservadores del Freedom Caucus, que no estaban de acuerdo con las condiciones del plan de Trump al considerar que no iban demasiado lejos, y también de algunos republicanos moderados, que manifestaron su preocupación de que el plan del gobierno suponía dejar sin seguro médico a unas 14 millones de personas el próximo año.
Según The Washington Post, la propuesta habría sido aprobada aún sin el respaldo de 22 congresistas republicanos. Pero 36 parlamentarios de ese partido adelantaron que votarían "no", y otros 15 probablemente rechazarían el texto.
Trump se había involucrado personalmente en los últimos días en tratar de poner orden en las filas republicanas. Según el vocero de la Casa Blanca, el Presidente llamó o se contactó personalmente con 120 miembros de la bancada de su partido para asegurar su respaldo. Y el jueves -cuando decidió aplazar la votación para ayer ante la falta de apoyo- incluso dio un ultimátum a los congresistas reticentes a apoyar el proyecto, advirtiéndoles que si lo rechazaban se quedarían con el "Obamacare".
Promesa de campaña
El plan de Trump, quien basó buena parte de su campaña electoral en su promesa de derogar el "Obamacare", proponía eliminar las impopulares multas de la actual ley de salud para las personas que no contratan seguros médicos y los subsidios para los que contratan pólizas. Su propuesta -que cuestiona la burocracia y el costo del sistema vigente- básicamente eliminaba la obligatoriedad del seguro de salud, congelaba el programa para los más pobres y derrumbaba su esquema impositivo. No obstante -y esto es lo que critican algunos congresistas conservadores-, mantiene partes consideradas clave, como la cobertura de enfermedades preexistentes a la firma de los contratos de seguro.
El Presidente Trump sabía que su apuesta era de alto riesgo. De hecho, el trámite en el Senado se vislumbraba todavía más difícil. Pero su insistencia en impulsarlo a toda costa en el Congreso, aún sin tener los apoyos, lo coloca ahora en una situación vergonzosa que -según comentaristas políticos- deja en evidencia su falta de experiencia en los pasillos de Washington.
"Esto es humillante tanto para Trump como para Ryan y otros líderes republicanos tradicionales. Ellos prometieron de una manera muy visible terminar con el 'Obamacare', y no hacerlo es una señal de debilidad e incompetencia", comenta a "El Mercurio" Robert Shapiro, cientista político de la Universidad de Columbia.
Según Stephen Wayne, académico de la Universidad de Georgetown, el proyecto de salud "ya está muerto" por las diferencias internas de los republicanos, "que están de acuerdo en que no quieren 'Obamacare', pero no en los detalles". "Trump ahora deberá moverse hacia otros temas en los que su partido puede estar de acuerdo. Él necesita demostrar su influencia entre los miembros del Congreso, redimir sus promesas de campaña y tratar de obtener una cobertura mediática más favorable para mejorar su apoyo popular", dice el experto a este diario.
Trump -ya lo anunció ayer- buscará ahora impulsar otros proyectos legislativos, como la reforma fiscal, el plan de infraestructuras y las leyes migratorias. Tras este fracaso, necesita urgente anotarse un éxito.
"Esto no es bueno para Trump. Él todavía está buscando su primer logro legislativo mientras trata de minimizar las investigaciones a su campaña por sus lazos con el Kremlin", afirma Michael Cornfield, politólogo de la Universidad George Washington. "Pero Trump sabe cómo cambiar de tema, y lo hará la próxima semana".
(Fuente:
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=346804 y selección de Patric)