sábado, 23 de mayo de 2009

Obama vs. Cheney

Obama vs. Cheney duelo de titanes

Por Mario Diament

Sábado 23 de mayo de 2009 |
MIAMI.- Ambos son formidables oradores y persuasivos polemistas, pero allí se terminan las similitudes. Porque desde lo generacional hasta lo formativo, desde lo vivencial hasta lo principista, Barack Obama y Dick Cheney no podrían ser más diferentes.

Por eso el progresivo lance ideológico entre el presidente y el ex vicepresidente comenzó a imponerse por sobre el debate político y empieza a preocupar a los asesores de la Casa Blanca, en especial después de que el miércoles último el Senado, dominado por los demócratas, votara 90 a 6 contra el pedido de 80 millones de dólares que el presidente había formulado para encarar el cierre de la prisión de Guantánamo.

Cheney no paró de hablar desde el fin de su mandato. Lo hizo desde cuanto podio se le mostrara disponible. Su tema obsesivo es la defensa de lo que la administración de George W. Bush hizo en materia de seguridad y la consecuente crítica a lo que percibe como la debilidad de Obama en ese terreno.

No es una cuestión de locuacidad, sino de fría estrategia. Cheney sabe que el talón de Aquiles de los demócratas es su presunta blandura en cuestiones de defensa y ahí dispara sus flechas con empecinada persistencia.

En un comienzo, sus arengas resultaban casi antediluvianas, como el eco de una época superada que nadie deseaba recordar. Pero, poco a poco, la constancia, sumada a la atención mediática que su figura inevitablemente despierta, comenzó a dar frutos y la gente se puso a escuchar.

Lo que Cheney tiene para decir no difiere de lo que se pasó diciendo durante los ocho años de su peculiar vicepresidencia. Pero en un contexto diferente, frente a una administración con menos de 150 días en el poder y un presidente sin antecedentes que respalden su criterio en cuestiones de seguridad nacional, el viejo zorro se las ingenia para imponer su mensaje.

Finalmente, anteayer, ambos contendientes optaron por confrontarse. No lo hicieron cara a cara, pero en los hechos fue como si lo estuvieran. Apenas un kilómetro y medio separa el edificio del Archivo Nacional, donde habló Obama, con el simbolismo de que allí se guardan los originales de la Constitución y otros documentos fundacionales, de la sede del American Enterprise Institute, uno de los think-tank emblemáticos del conservadurismo, donde habló el ex vicepresidente.

Cheney tenía agendada su presentación desde hacía tiempo, de modo que fue Obama, al programar la suya el mismo día y en el mismo horario, quien lanzó el guante. Cheney lo recogió, y demoró su discurso hasta que Obama terminara el suyo.

Los principios que enunciaron son paradigmáticos de lo que ambos han traído al poder como filosofía política. Obama cree en el imperio de la ley y considera que el ejecutivo no puede estar por encima de ella. Cheney piensa, como Nixon, que nada de lo que haga el presidente puede ser ilegal.

No es fácil decidir quién se impuso. Obama es cerebral; Cheney, sanguíneo. Aunque las encuestas lo benefician ampliamente, fue Obama quien llevó la parte más difícil, porque debe transitar por el delgado sendero en el que la izquierda se declara desilusionada y la derecha se muestra insatisfecha.

Reiteró que clausurará Guantánamo, pese al voto negativo del Congreso, pero debió justificar su decisión de retener los tribunales militares y prohibir la difusión de fotografías que muestren a soldados norteamericanos practicando tortura.

A Cheney, en cambio, le basta con invocar el miedo, como lo hizo sin escrúpulos desde el poder. "En la lucha contra el terrorismo, no hay caminos intermedios", sentenció, una frase que traía siniestras resonancias de aquella otra de Bush: "O están con nosotros o están contra nosotros".

Como lo venía haciendo en la sucesión de presentaciones y entrevistas, Cheney volvió a defender el uso de tortura en los interrogatorios, al afirmar que "cuando una población entera se vuelve blanco del terrorismo, nada es más consistente con los valores norteamericanos que impedirlo". Y agregó que volvería a tomar las mismas decisiones "sin dudar".

Cualquiera que se propusiera deconstruir el discurso de Cheney advertiría sus inconsistencias y sus peligrosas insinuaciones. Pero en el arte de la retórica política, como bien proclamaban los antiguos sofistas, cuenta más la apariencia que la realidad.

No es casual que la retórica incendiaria generalmente aventaje al discurso moderado. El moderado debe atender a sus límites éticos; el incendiario, en cambio, se lanza sin frenos.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Obama rechaza publicar fotos de torturas en prisiones de Irak y Afganistán

Obama rechaza publicar fotos de torturas en prisiones de Irak y Afganistán


Para el Presidente, la publicación de las imágenes "encendería la opinión antiestadounidense y pondría a tropas en grave peligro".

AFP

Miércoles 13 de Mayo de 2009 21:02

WASHINGTON.- El Mandatario estadounidense, Barack Obama, rechazó este miércoles publicar cientos de fotos de torturas supuestamente en prisiones de Irak y de Afganistán durante la presidencia de George W. Bush, pese a una orden judicial en ese sentido.

Preocupado por las consecuencias de dicha publicación, Obama operó un cambio espectacular y ordenó a su gobierno apelar la orden judicial emitida contra el Pentágono para que publique las fotos referidas.

El Jefe de Estado dijo que la publicación de las fotos de "encendería la opinión antiestadounidense y pondría a (las) tropas en grave peligro", sin arrojar ninguna luz nueva sobre los abusos del pasado, bajo el gobierno del Presidente George W. Bush.

Tras una demanda presentada en 2004 por la unión de defensa de las libertades civiles ACLU, la justicia ordenó al Departamento de Defensa publicar 44 fotos sobre torturas supuestamente aplicadas por soldados estadounidenses en las prisiones en el extranjero. El Pentágono debía cumplir la orden antes del 28 de mayo.

Hace unos días, y pese a reticencias, el gobierno parecía dispuesto no sólo a cumplirla sin a divulgar cientos de fotos, pero súbitamente Obama cambió de opinión.

Tras conocer la decisión, ACLU (Unión Estadounidense para las libertades civiles) mostró su preocupación por la marcha atrás del gobierno.

La aplicación de "los métodos de obstrucción y las políticas de opacidad de la administración Bush desmiente la voluntad expresada por el presidente (Obama) de reestablecer el Estado de derecho", indicó ACLU en un comunicado.

Amnesty Internacional y Human Rights Watch también se mostraron indignados y destacaron que Obama también se opuso al procesamiento de los políticos del gobierno anterior responsables de haber autorizado actos considerados como torturas.

Sin embargo, Obama dijo a periodistas que "cualquier abuso que se cometa contra los detenidos es inaceptable" y no será tolerado. "Creo que la publicación de estas fotos no ayudará en nada a nuestra comprensión de lo que hizo en el pasado un pequeño número de individuos", agregó.

Obama nombra a un chileno responsable para América Latina

Obama nombra a un chileno responsable para América Latina

Arturo Valenzuela ya trabajó durante la segunda Administración de Clinton
YOLANDA MONGE - Washington - 14/05/2009



Arturo Valenzuela ha sido el hombre elegido por el presidente Barack Obama para ser el próximo subsecretario de Estado para América Latina. De origen chileno — vive en EE UU desde los 16 años—, catedrático de la Universidad de Georgetown, Valenzuela fue asesor de la Casa Blanca y director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional durante la segunda Administración de Bill Clinton. En esas funciones, asesoró al presidente en temas de política exterior, defensa e inteligencia. Durante aquella época también sirvió en el Departamento de Estado como número dos del secretario adjunto para Latinoamérica.


Barack Obama

A FONDO
Nacimiento: 04-08-1961 Lugar: Honolulu

Cuando sea confirmado por el Senado —como requiere la ley de Estados Unidos—, Valenzuela reemplazará en el cargo a Thomas Shannon, funcionario de la época de George W. Bush que todavía sigue en su cargo. Diversas han sido las voces que han criticado el retraso en la sustitución del responsable para América Latina dentro del Departamento de Estado, al considerar que suponía un frenazo y un contrasentido con la política de apertura pretendida por la Administración Obama hacia la región.

El presidente sí que había nombrado, sin embargo, un responsable para América Latina dentro de la Casa Blanca, el académico de origen colombiano Dan Restrepo, que ahora deberá coordinar su trabajo con Valenzuela.

"Es una buena noticia para la región", declaró el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. "Es una persona que tiene un currículo muy impresionante, sabe mucho de la zona. Conoce al revés y al derecho América Latina y, por lo tanto, va a cumplir muy buen papel", dijo Insulza, amigo personal de Valenzuela, que confesó estar "muy contento".

En la biografía facilitada por la Casa Blanca se lee que Valenzuela es "un experto en política latinoamericana y en consolidación de la democracia" y que perteneció a la junta directiva de La Raza —principal organización de defensa de los hispanos en EE UU—. Los expertos apuntan a que Valenzuela, 64 años y actual director del Centro de Estudios Latinoamericanos de Georgetown, es un experto en México, una de las prioridades de Obama en su política exterior. Respecto a Cuba, el futuro responsable para América Latina, a las órdenes de Hillary Clinton, estará en sintonía con Obama, quien ya ha flexibilizado sanciones hacia la isla y busca un diálogo con el régimen castrista, ya que Valenzuela reclama desde mediados de la década de los noventa una apertura hacia La Habana que no era posible entonces.

Ayer, Thomas Shannon declaró que llamó a Valenzuela "para felicitarlo" y hablarle sobre los temas pendientes que han estado a su cargo desde finales de 2005, cuando asumió funciones en reemplazo de Roger Noriega, durante la pasada Administración del presidente Bush. Diplomático de carrera durante 25 años, Shannon dio a entender que se retirará del servicio exterior en cuanto Valenzuela sea confirmado por el Senado, fecha que está aún por determinar. Shannon dijo que Valenzuela asumirá funciones en un "momento de gran oportunidad" para las relaciones entre Washington y el resto del hemisferio occidental.

domingo, 3 de mayo de 2009

Justicia o impunidad, el dilema de Obama

Justicia o impunidad, el dilema de Obama

030509

Por Roberto Castellanos

Al cumplir sus primeros 100 dí­as de gobierno, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrenta una crisis por el tema de las torturas contra prisioneros, un escándalo que heredó de su antecesor, George W. Bush. La decisión de Obama de publicar cuatro memorandos que describen los métodos usados por la anterior administración para extraer información a los detenidos provoca un debate nacional y puso el tema en primera plana, otra vez.

Los reportes relatan las técnicas, entre ellas mantener numerosos díaas de pie a los detenidos o su encierro en lugares oscuros.

También se poní­an insectos en cajas al lado de los reclusos para explotar sus miedos, se les desnudaba completamente o se les rociaba agua frí­a, agregan.

La divulgación desató un enfrentamiento entre sectores conservadores y organizaciones civiles, que piden justicia.

Varios ex funcionarios criticaron al mandatario por revelarlos al estimar que pone en peligro la seguridad nacional, mientras activistas y abogados, aunque alabaron su postura, cuestionaron que no sean llevados ante la justicia los culpables.

Es necesario investigar más, para entender que pasa, estimó Frederick A. O. Schwarz Jr., quien encabeza un comité especial del Senado que indagó en la década de los 70 sobre los abusos cometidos por la Agencia Central de inteligencia (CIA).

Mientras, el Centro para los Derechos Constitucionales afirma que es necesario impulsar acciones legales contra los agentes de la CIA que torturaron y quienes concibieron el programa.

Nuestro paí­s tiene normas y más de dos tercios de los norteaméricanos apoya el inicio de una investigación comentó a su vez Amnesty's Cox.

También la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) exigió el nombramiento de un fiscal especial para analizar el tema y determinar claramente quien autorizó y llevó a cabo las torturas.

Del otro lado, el ex vicepresidente Richard Cheney y el ex director de la Agencia Michael Hayden cuestionaron la divulgación de los textos.

Cheney, quien ha sido uno de los principales crí­ticos de los primeros días del gobierno de Obama, considera que el mandatario pone en riesgo la seguridad del país.

Pero funcionarios de la administración señalaron que Obama analizó durante varias semanas con expertos y abogados si publicaba los memorandos, tras una querella presentada por la ACLU.

Varios de los participantes del escándalo justificaron sus acciones al comentar que sólo cumplí­an órdenes.

Nadie tiene derecho a torturar, aunque reciba instrucciones o les cambien el nombre a los métodos violentos de interrogatorios, afirma a modo de contestación el sitio especializado politico.com.

En principio, el presidente negó la posibilidad de enjuiciar a los culpables, pero la ola de crí­ticas y el sentimiento de la opinón pública le hicieron cambiar de parecer.

Obama dejó entrever que esas personas podrán ser procesadas, aunque esa acción provocará¡ seguramente una dura reaccón de los republicanos más conservadores y causará¡ enojo en la comunidad de inteligencia.

En ese sentido, los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham y el independiente Joseph Lieberman pidieron en una carta al jefe de Estado enterrar el asunto y mirar hacia delante.

Para intentar apaciguar los ánimos, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, destaó que no es a Obama a quien le compete decidir si es necesaria una pesquisa.

"Los abogados involucrados en el caso son totalmente capaces de determinar si alguna ley fue violada", agregó.

Al respecto, el fiscal general, Eric Holder, adelantó que el Departamento de Justicia se ceñirá a la ley a la hora de investigar, pero insistió en no llevar ante los tribunales a los culpables porque actuaron de "buena fe" al cumplir órdenes.

Vamos a seguir las pruebas adonde nos lleven. Nadie está por encima de la ley, comentó.

El tema escala en importancia tras conocerse días atrás otra investigación realizada por el Senado.

El estudio reveló que oficiales de la CIA y del Departamento de Defensa torturaron a prisioneros aún antes recibir la autorización del gobierno de Bush.

Según los documentos, el Pentágono empleó tácticas violentas de interrogatorios a finales del 2001, meses antes de que la entonces administración republicana diera luz verde.

A mediados del 2002 el Departamento de Justicia autorizó esos métodos al señalar que eran necesarios para proteger la seguridad de Estados Unidos y lo mismo hizo el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Añade que las advertencias de abogados militares sobre la legalidad y la efectividad de la tortura fueron ignoradas por las autoridades.

Los próximos dí­as serán decisivos para determinar que posición asume Obama, si enjuiciar a los culpables y cumplir con sus promesas electorales de cambio, o congraciarse con la los conservadores y la comunidad de espionaje y sepultar el asunto.

*El autor es periodista de la Redacción de Norteamérica de Prensa Latina.

lam/rob