viernes, 21 de septiembre de 2012

Obama: Mayor fracaso, falta de reforma migratoria


EE.UU. (AP) .- El presidente Barack Obama sostuvo que su mayor fracaso ha sido no lograr una reforma integral del sistema de inmigración, como prometió durante su campaña para llegar al poder en el 2008, pero aseguró que seguirá trabajando para conseguirla.      
Obama felicitó por otra parte al presidente mexicano Felipe Calderón “por su valor de enfrentarse a los cárteles” de la droga, y aseguró que Estados Unidos seguirá trabajando con el mandatario electo de ese país vecino, Enrique Peña Nieto, en la lucha contra el narcotráfico.      
“Mi falta más grande es que no se ha logrado una reforma integral de inmigración, pero vamos a seguir trabajando”, expresó Obama en una entrevista con Univisión, la principal cadena en español de Estados Unidos.      
En entrevista con los periodistas María Elena Salinas y Jorge Ramos, Obama manifestó que cuando efectuó su promesa electoral, no imaginó que la oposición republicana bloquearía sus proyectos de reforma migratoria.      
“Confieso que no lo esperaba y por lo tanto sí asumo la responsabilidad de ser un poco ingenuo”, dijo el presidente.      
“Yo apoyaba la reforma de inmigración, pero los republicanos me dieron la espalda”, sostuvo, y añadió que “no he conseguido que se realizara todo lo que quería y por eso es que me estoy postulando a un segundo mandato, porque todavía tenemos trabajo que hacer”.      
Refiriéndose a México, dijo que Estados Unidos debe “focalizarse en la prevención y el tratamiento de los adictos” para reducir la demanda; y trabajar arduamente con el fin de evitar el flujo de armas y de dinero en efectivo hacia el vecino país.      
La entrevista con Obama tuvo lugar un día después de que el candidato presidencial republicano Mitt Romney fuera interrogado también por los mismos periodistas como parte del foro “El gran encuentro” organizado por la cadena Univisión, la principal de habla hispana en Estados Unidos.      
Ambos candidatos aterrizaron en la Florida en busca de conquistar votantes hispanos, un segmento crucial del electorado en vista de lo reñido de esta contienda presidencial.      
Las dos campañas se focalizan en los electores latinos a menos de siete semanas de los comicios presidenciales de noviembre.      Algunos analistas consideran que la Florida es esencial para los candidatos debido a la cantidad de votos electorales (29) que representa. Al igual que Carolina del Norte, Nuevo México y Colorado, entre otros, es un estado que puede inclinarse en uno u otro sentido.      
De acuerdo con las encuestas, Obama mantiene una ventaja de cerca de 35 puntos porcentuales sobre Romney entre los electores hispanos, un apoyo similar al que obtuvo de la minoría étnica de más rápido crecimiento en el país en los comicios que lo llevaron al poder en 2008.      
Según el censo del 2010, en Estados Unidos viven cerca de 50,5 millones de hispanos, que representan al 16% de la población.      
Unos 23,3 millones de latinos estarían en condiciones de votar este año, de acuerdo con el Centro Hispano Pew. De ellos, votarían cerca de 12,2 millones de latinos, dos millones más que en los últimos comicios presidenciales, según el Fondo para la Educación de la Asociación Nacional de Funcionarios Elegidos y Designados (NALEO, por sus siglas en ingles).    
 Si se considera la totalidad de los electores en el país, la ventaja de Obama es mucho más estrecha: el presidente cuenta con el apoyo del 47% de los votantes y Romney con el 46%, según una encuesta de The Associated Press-GfK.      
Una de las críticas más severas que tenido que enfrentar Obama por parte de los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes, ha sido su promesa incumplida de una reforma integral de inmigración.      
En un intento por apaciguar esas críticas y ganarse la simpatía de los latinos, en agosto anunció una medida ejecutiva para suspender temporalmente por dos años las deportaciones de algunos jóvenes estudiantes que llegaron de niños al país y permanecen sin papeles.      La orden ejecutiva, conocida como “Acción Diferida”, ofrece también la posibilidad de trabajar a los beneficiarios que cumplan con ciertos requisitos.      
Antes de admitir como un fracaso el hecho de no haber logrado la aprobación de una ley de reforma migratoria, Obama dijo que en realidad lo que había prometido era que trabajaría con ahínco para conseguirla.      
“Nunca dije que cumpliría al 100% todas las promesas que hice durante la campaña”, expresó Obama.      
“Lo que prometí fue que trabajaría arduamente cada día para lograrlas, y esa promesa la he cumplido… Nunca he titubeado en la reforma de inmigración”, respondió cuando Ramos le preguntó por qué no había cumplido su palabra aun cuando los demócratas tuvieron la mayoría en ambas cámaras del Congreso durante los primeros dos años de su gestión.    
 La entrevista de cerca de una hora se realizó en el estadio cubierto BankUnited de la Universidad de Miami, ubicada en esta ciudad aledaña a Miami.      
Al llegar al sitio caminando, Obama fue recibido de pie y con aplausos por el numeroso público presente, en su mayoría estudiantes universitarios. Había también políticos y activistas demócratas locales, al igual que algunos invitados especiales.    
 Aunque el principal tema abordado fue la inmigración, Obama también habló de la educación, la situación de los países del Medio Oriente y la economía.    
 En varias oportunidades pidió a los latinos que lo votaran para que pudiera continuar con su trabajo.      
Freddy Balsera, estratega demócrata y asesor de la campaña de Obama en temas hispanos, explicó que la entrevista con Univisión representa una “oportunidad” para el presidente.    
 “Esto se ve como una oportunidad para presentar las ideas del presidente y demostrar su visión de ayuda a los hispanos”, manifestó Balsera en entrevista con The Associated Press.      
Dijo que también servía para demostrar “el contraste tan marcado” con Romney, cuyas políticas “consisten en ayudar a la clase más alta del país y no a las clases trabajadoras”.      
La campaña de Obama ha duplicado con creces los gastos de Romney en avisos publicitarios destinados a los votantes hispanos: los demócratas han desembolsado cerca de 6,4 millones de dólares en esas publicidades, mientras que los republicanos 2,9 millones.