LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. (1914-1918).
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“El origen de la primera guerra mundial tiene que ver con el equilibrio económico-social en Europa.

“La guerra se inicia con el atentado de Sarajevo. En esta ciudad se perpetró el asesinato del archiduque Francisco Fernando heredero del imperio austro-húngaro, y de su esposa morganática, el 28 de Junio de 1914, suceso que fue la chispa que provocó la primera guerra mundial.

(Sarajevo era la capital de la unidad federada o territorio de Bosnia-Herzegovina a orillas del Bosna. 125.000 habitantes y comercio activo. Había pertenecido al reino de los servios, croatas y eslovenos, que también se llamó estado servio-croata-esloveno o territorio de Servia, Croacia y Eslovenia. Esos territorios que incluían Servia, Bosnia, Herzegovina, Croacia, Eslovenia y parte de la Carniola y el Banato, cambian de nombre en el año de 1929, después de la primera guerra mundial, para llamarse oficialmente Yugoslavia.).

“Desencadenado el conflicto bélico en Julio-Agosto de 1914, los dominios británicos y Japón entraron enseguida en guerra contra Alemania; Italia permanece por el momento neutral, pero se une a los aliados en 1915; Rumania y Portugal lo hacen en 1916 y los Estados Unidos de Norteamérica y Grecia en 1917. Los imperios centrales tuvieron de su parte a Turquía y Bulgaria, y así empiezan a entrar en la guerra más y más naciones, algunas a favor de los imperios centrales (Alemania y Austro-Hungría) y otras a favor de la Triple Inteligencia (Inglaterra, Francia y Rusia). Las potencias aliadas carecían de la unidad geográfica y de mando en las centrales, pero dominaban el mar, superaban a sus enemigos en número y riqueza y podían encontrar apoyo en todo el mundo. En una guerra larga, sus ventajas eran notorias.

LA GUERRA MISMA.
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“El plan preparado por Alemania consistía en aplastar a Francia mediante una marcha rápida sobre París, para después dirigirse contra el ejército ruso. El camino más fácil y expedito pasaba por Bélgica, y en consecuencia las divisiones alemanas irrumpieron el pequeño reino de los belgas y barrieron sus fortalezas con la artillería pesada y llegaron triunfantes a la frontera francesa.

“Se produce la retirada de las tropas francesas y del pequeño ejército británico que los apoyaba, la caída de París parecía inminente, pero se entabla en la región del Marne la gran batalla histórica que lleva este nombre, y que termina con la victoria de los aliados.

“Se produce la retirada de los alemanes hacia el Aisne, y la carrera hacia el mar. A fines de 1914 una línea de trincheras se extendía desde el mar del norte, junto a la frontera belga hasta Suiza, la cual había de permanecer casi inalterable hasta 1918. Alemania retenía casi toda Bélgica y el noreste industrial de Francia, con su carbón y sus excelentes líneas de ferrocarriles.

“De 1915 a 1918, las operaciones en el frente occidental se estabilizaron pues en una cruenta guerra de trincheras.

“En el frente oriental y en los Balcanes se registran muchas variaciones que en último término resultaron favorables a los alemanes y a sus aliados.

“La ofensiva alemana en Polonia (1915) dirigida por Hindenburg, terminó con la ocupación de Varsovia y la derrota de los ejércitos del zar en esa región; la de los austriacos y búlgaros propició la ocupación de Servia, 88.000 Kms2 en los Balcanes; un intento de los aliados para forzar el paso de los Dardanelos a fin de reforzar la capacidad rusa fracasó rotundamente. (Canal marítimo que separa Turquía europea de Turquía asiática y une el archipiélago con el mar de Mármara. Después de la primera guerra el Canal es abierto sin restricciones a los barcos mercantes).

“1917 los rusos contraatacaron con éxito en los Cárpatos, pero los rumanos que intentaron entrar en la contienda fueron vencidos y ocupados en rápida campaña. El movimiento revolucionario que estalló aquel año en Rusia, precipita la disolución del frente de combate. Los bolcheviques dueños del poder abandonan la lucha y firman un tratado de paz por separado con Alemania en 1918. (Tratado de Brest-Litovsk).

“En el mar, la enconada lucha emprendida desde 1915, culmina con la batalla de Jutlandia (Mayo de 1917) en que flotas inglesas y alemanas sufren grandes pérdidas. Pero finalmente la victoria corresponde a los ingleses. Desde entonces los alemanes se lanzaron a fondo en la guerra de submarinos para destruir la hegemonía naval de sus enemigos, la cual alcanzó su apogeo en los primeros meses de 1917. Durante un tiempo esta campaña submarina sin restricciones causó graves pérdidas a los aliados y neutrales; su peligro no fue superado hasta el verano de ese año mediante una serie de contramedidas de los aliados. Ello motivó la entrada de los Estados Unidos en la contienda (6 de Abril) y aunque la ayuda norteamericana tardó en producirse, el suministro de material y crédito vino a reforzar la posición de los aliados.

“Ante esta situación, los alemanes decidieron aprovechar el apartamiento de Rusia de la contienda para destruir a Francia antes que entraran en batalla los norteamericanos. Cuatro ofensivas alemanas son detenidas en una segunda batalla del Marne (Julio 1918). Tropas norteamericanas, francesas e inglesas no dejan llegar a los alemanes a París y deben retirarse hasta sus propias fronteras. Las tropas aliadas fueron dirigidas por el mariscal Foch.

“En el lado oriental el frente austriaco se había derrumbado y el imperio estaba en disolución. Había muerto el emperador austriaco y se forma el estado o república de Austria.

“A fines de Septiembre, los búlgaros fueron batidos por una ofensiva aliada y quedaron fuera de combate. Servia y Rumania son liberadas.

“El poder turco se desploma en Asia, y capitulan los turcos, mientras los italianos vencen a los austriacos en Victoria Veneto.

“Todos esos acontecimientos precipitan la caída del II Reich y la proclamación de la república alemana. Guillermo II huyó a Holanda y el nuevo gobierno pide armisticio que se firmó el 11 de Noviembre de 1918 en Compiègne. La guerra empezada a últimos de Julio de 1914 había terminado. Después de los armisticios, las potencias victoriosas se aprestaron a fijar, prescindiendo de los vencidos, las condiciones de paz, las cuales quedaron establecidas en una serie de tratados:

a) TRATADO DE VERSALLES (28 de Junio 1919) con Alemania.
“Consagraba la cesión por parte de los alemanes de Alsacia y Lorena a Francia, del territorio de Tupen y Malmedy a Bélgica, de Pomerania a Polonia. El acceso de Polonia al mar quedó asegurado por un corredor entre Alemania y Prusia oriental y por la ciudad de Danzig, que separada del Reich quedaba bajo la protección de la Sociedad de las Naciones. Las colonias alemanas de África eran distribuidas entre Francia, Inglaterra y Bélgica, y las de Oceanía entre Nueva Zelanda, Australia y Japón, potencias todas que asumían la administración de esas tierras a nombre de la Sociedad de las Naciones.

“Las cláusulas militares reducían los efectivos alemanes a un ejército permanente de 100.000 hombres, sin artillería pesada ni aviación militar ni naval, y fijaban una zona desmilitarizada – la orilla izquierda del Rin – en la cual Alemania no podía tener fortificaciones ni tropas. El desarme alemán quedaba bajo la vigilancia de una comisión interaliada.

“Las cláusulas económicas disponían que los alemanes debían pagar una indemnización por los daños materiales sufridos por los aliados y confiaban a una comisión de reparación la misión de fijar la cantidad.

b) TRATADO DE SAINT GERMAIN Y DEL TRIANON (10 de Septiembre 1919 y 4 de Junio 1920).
“Establecían las condiciones de paz a las que quedaban sometidas Austria y Hungría. Sancionaban el hecho consumado de la formación de los nuevos estados surgidos de la desmembración del imperio austro-húngaro, Hungría y Checoslovaquia; o los que se habían engrandecido con sus despojos, Servia que con la incorporación de los estados meridionales pasaba a ser el gran estado de Yugoslavia, Rumania acrecentada con los rumanos de Transilvania, Polonia que obtenía Galitzia, Italia que se anexionaba Trentino, Istria y parte de la costa dálmata.

c) TRATADO DE SEVRES (Agosto de 1920).
“Consagraba la disolución del imperio otomano que perdía sus territorios en el mundo árabe (Egipto, Siria, Palestina, Mesopotamia) y en Europa quedaba reducido a Constantinopla y una pequeña zona alrededor de su vieja capital.

“El nuevo sistema completaba el proceso hacia el nacionalismo y la democracia de Europa en el siglo XIX. La democracia triunfante a través de la proclamación de tantas repúblicas y derrumbamiento de tantos imperios, se impuso por completo en el territorio de la desaparecida monarquía dual, en el antiguo imperio de los zares, en Polonia reconocida por el Tratado de Versalles, en Finlandia que proclamó su independencia con auxilio de tropas alemanas, en Lituania, Letonia y Estonia, nacidas en parte como reacción nacional y social frente al régimen soviético, y en Ucrania que vio su libertad para caer inmediatamente bajo la servidumbre de Moscú.