El presidente de EE UU celebra, como es tradición desde Bush padre, la amnistía a una de esas aves en la víspera de Acción de Gracias
YOLANDA MONGE / EVA SÁIZ Washington 21 NOV 2012 - 22:51 CET
La vida está llena de segundas oportunidades, ha comenzado diciendo el presidente en una hermosa tarde de noviembre en el Rose Garden de la Casa Blanca. Bien lo sabe él y lo hizo notar. “No pude estar más de acuerdo con ese sentimiento a principios de este mes”, ha dicho Barack Obama con una sonrisa que se le escapaba de la cara en referencia a su reelección para otro periodo de cuatro años. Un minuto después de que entrara en vigor el alto el fuego acordado entre Israel y Hamás sobre Gaza tras ocho días de violencia, el presidente de Estados Unidos comparecía ante la prensa para poner en escena una de las tradiciones más mediáticas y simpáticas de estas fechas: el indulto del pavo.
Los reporteros que llevaban en sus blocs de notas la pregunta sobre Oriente Próximo se quedaron sin respuesta. Como sin contestación se quedó el periodista que gritó la cuestión para extraer algún comentario de Obama una vez finalizada la ceremonia. El presidente se limitó a mirar hacia el lugar de la prensa y sonreír.
“El pueblo ha hablado”, ha dicho un relajado Obama a pesar de acabar de aterrizar de un viaje de miles de kilómetros en tres días por tres países de Asia. “Y ha decidido que estos pájaros tiren para adelante”, ha bromeado en alusión a su lema de campaña. Él mismo no ha podido contener la risa ante la ocurrencia –nada espontánea, por otro lado; como casi todo en Washington, obedecía a un guión-. Esta era la primera vez que la Casa Blanca sacaba a votación popular en las redes sociales cuál de los dos pavos salvados del matadero se convertía en el Pavo Nacional de Acción de Gracias. ¿Cobbler? –que significa Zapatero- ¿Gobbler? Ganó Cobbler. Gobbler se queda de reserva por si le pasara algo –nadie lo quiera- a su compañero de corral.
Acompañado por sus dos hijas, Sasha y Malia –que por cierto ya es más alta que su padre-, como cada año, Obama ha pasado su mano de forma teatral por encima de la cabeza del pavo en señal de indulto: yo te perdono. El animal ha titado –el graznido que se atribuye a los pavos-, quizá en señal de agradecimiento. El presidente y Sasha, la hija menor, han acariciado sus plumas. Malia se ha negado, lo que de nuevo ha provocado la hilaridad del mandatario.
Esta era la primera vez que la Casa Blanca sacaba a votación popular en las redes sociales cuál de los dos pavos salvados del matadero se convertía en el Pavo Nacional de Acción de Gracias
“Felicidades 'Cobbler', vas a tener una gran vida”, ha dicho el estadista. A sus 19 semanas y casi 19 kilos de peso,Cobbler pasará de vivir en una granja de Rockingham County (Virginia), la que fue residencia del primer presidente de EEUU, George Washington, en Mount Vernon. Allí sigue Liberty, uno de los dos pavos indultados el año pasado. El otro,Peace, murió este mismo lunes.
Aunque la ceremonia es en tono de humor, siempre existe la nota de agradecimiento a las tropas que sirven fuera de casa. En esta ocasión, Obama quiso recordar además a quienes han perdido sus hogares –y en algunos casos la vida- como consecuencia del huracán Sandy.
Como cada año desde los tiempos de Harry Truman –década de los 40, aunque la Biblioteca del Congreso dice que ese dato no es exacto-, la Casa Blanca recibe una de esas aves para la comida o cena –depende de los gustos- de Acción de Gracias de parte de la Asociación Nacional del Pavo. Fue Bush padre el que primero decidió indultar a uno de ellos hace ya más de 20 años. Se sabe que John F. Kennedy salvó del cuchillo al pavo, pero no le perdonó. Sin duda, los Bush y Clinton han sido los más compasivos. En 1989 Bush padre certificó que el perdón pasaría a formar parte de la tradición y añadió un viaje en primera del afortunado gallináceo a Disneylandia -ya fuera Florida o California-, para acabar sus días en un escenario Disney. Clinton siguió sus pasos, pero estos últimos años Obama los ha estado mandando algo más cerquita y en coche, a Virginia. Por aquello de la crisis aunque, eso sí, con escolta oficial.
Obama se ha convertido en el presidente que más pavos ha salvado en un mandato, una cifra que contrasta con el número de personas que ha amnistiado
Con el indulto de Cobbler y Gobbler, Obama se ha convertido en el presidente que más pavos ha salvado en un mandato, una cifra que contrasta con el número de personas que ha amnistiado. Según un estudio elaborado por la página de internet ProPublica, el actual mandatario es el que menos clemencia ha mostrado de los últimos 30 años. "Obama ha espaciado su facultad de otorgar el perdón a los reclusos en mayor medida que sus predecesores, ha indultado a 22 individuos y ha denegado la amnistía a 1.019", indica el informe.
Según declaró en un programa de la radio nacional NPR P. S. Ruckman, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Rock Valley, "ningún presidente desde John Adams [el segundo Jefe de Estado de EE UU] ha concedido menos indultos”. De acuerdo con el cálculo realizado por la cadena de radio, en sus cuatro primeros años en la Casa Blanca, el mandatario ha firmado la amnistía de una de cada 290 peticiones; Reagan accedió en una de cada ocho; Bush padre en una de cada 19; Bill Clinton en una de cada 19 y Bush hijo en una de cada 55.
(Fuente: http://elpais.com/elpais/2012/11/21/gente/1353534706_317563.html y selección de Patric)
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