Japón se abre a discutir procedimientos de caza científica de ballenas
Hace 5 horas
SANTIAGO (AFP) — Japón se abrió este miércoles por primera vez a someter a discusión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) los procedimientos de investigación vinculados a la cacería científica de ballenas pero sin someter a revisión su propio programa.
La inédita apertura de Japón fue destacada como el hito político de la tercera sesión de la CBI, que el lunes arrancó en la capital chilena para discutir el futuro de los grandes cetáceos.
"Lo que ha aceptado Japón, que ese el hecho político de esta sesión, es por primera vez colocar la cacería científica a discusión de la CBI", dijo a la AFP el delegado chileno ante la Comisión Cristián Maquieira.
El vocero de la delegación japonesa, Glenn Inwood, explicó por su parte a la AFP que el acuerdo es sólo revisar cómo se introducen nuevas propuestas de investigación, pero no someter a revisión su propio programa.
"Japón, así como los otros miembros de la CBI, acordaron en el comité científico que los procesos para introducir propuestas de investigación y el proceso para evaluar estas propuestas fueran revisados", explicó Inwood.
Para algunos observadores el hecho de se acepte por primera vez someter a discusión la cacería científica abre la puerta a un eventual fin de este controvertido programa.
"Eso es un error", dijo el portavoz de la delegación japonesa al ser consultado por esta percepción en torno a la caza científica.
Más temprano la delegación nipona defendió su programa de investigación en la Antártida, argumentando que a través de él ha demostrado que las poblaciones de ballenas son abundantes y saludables en esta área.
Japón afirmó además que ha podido obtener valiosa información sobre la madurez sexual y algunas transformaciones en la composición de las especies que no se podrían haber realizado sin métodos letales.
"Desde que la moratoria a la caza comercial fue establecida, muchas especies de ballenas muestran una tendencia al aumento", señala un estudio presentado por el Instituto de Estudios Cetáceos de Japón.
Varias naciones conservacionistas, como Australia, Estados Unidos y el bloque de la Unión Europea y América Latina, pidieron a Japón revisar este programa, bajo el argumento de que se puede hacer investigación sin matar a las ballenas.
Según un documento entregado por la CBI, durante la anterior temporada 2007-2008 Japón cazó 551 ballenas Minke en la Antártida y 158 en el Pacífico norte, además otras 150 de especies distintas en este último lugar.
La captura total -de 859 cetáceos-, se situó por debajo de la cuota autoasignada por Japón de unas 1.000 ballenas por año para este fin, debido a la intensa campaña desplegada por varias organizaciones conservacionistas, además del gobierno de Australia, para impedir la cacería.
Greenpeace, a través de su buque "MY Esperanza", impidió que unas 300 ballenas fueran cazadas por lo japoneses, según fuentes de esa organización.
La CBI, que este año reúne a 80 países, estableció en 1986 una moratoria sobre la caza de las ballenas pero dejó abierta una opción para su captura científica, permitiendo además la utilización de la carne sobrante bajo el principio de no desperdiciarla.
Amparada en esta prerrogativa, Japón estableció un año después de la moratoria su controvertido plan de caza científica y se autoimpuso una cuota anual de captura.
La nación nipona no somete su programa a revisión de la CBI ni está obligado a dar cuenta de sus resultados.
El programa científico comenzará a ser discutido en septiembre próximo en una reunión especial de la CBI, acordada en Santiago para abordar el futuro de la organización, creada en 1946.
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